El sector farmacéutico en Argentina enfrenta una situación desafiante en medio de los continuos incrementos de precios que caracterizan la realidad económica actual del país. En diálogo con Rafaela Noticias, Gustavo Blatter, farmacéutico de la ciudad, compartió su perspectiva sobre cómo se está viviendo este momento en la industria y los desafíos que enfrentan tanto las farmacias como los usuarios.
Aumentos constantes y repercusiones en la venta de medicamentos
Es importante destacar que los precios de los medicamentos son establecidos por los laboratorios productores, no por las droguerías ni las farmacias. "Los aumentos en los precios de los medicamentos se están dando en un 10-15% mensual", aclaró Blatter.
Como consecuencia de los aumentos de precios, se observó una disminución en la compra de medicamentos, especialmente en aquellos que no son considerados de primera necesidad. "Siempre la gente va a buscar lo de más necesidad, lo de primera necesidad", comentó Blatter. "Esta tendencia se refleja en la compra, por ejemplo, de media tira de una medicación, en lugar de una completa como anteriormente el usuario lo hacía".
Este escenario, marcado por una inflación persistente, llevó a que las obras sociales enfrenten dificultades para asumir los costos de los medicamentos. "Las obras sociales le están costando asumir ese costo, lo que impacta directamente en el servicio de dispensa del medicamento tanto para los asociados como para las farmacias", explicó Blatter.
Liberación de los precios de los medicamentos
Recientemente, el gobierno llevó a cabo la liberación de los precios de los medicamentos, lo que generó incertidumbre en el sector farmacéutico. "Con la liberación de los precios de los medicamentos, los laboratorios lo que hacen es llevarlo a precios de los cuales a nivel mundial son precios fijos, los gobiernos anteriores tenían un convenio donde existía un cierto aumento mensual, ahora con la liberación están tratando de llegar a los precios que ellos consideran necesarios", comentó el farmaceútico.
Los farmacéuticos están obligados a respetar los precios establecidos por los laboratorios, ya que las obras sociales también se adhieren a esos precios. Es decir, tanto las farmacias como las obras sociales se rigen por el precio fijado por los laboratorios para los medicamentos.
Desafíos financieros para las farmacias
Una de las principales dificultades que enfrentan las farmacias en este contexto es el desfase entre los pagos que reciben de las obras sociales y los compromisos financieros que deben asumir con las droguerías. "Las obras sociales suelen pagar después de un promedio de 45 días, mientras que las farmacias deben hacer frente a esos compromisos de pago en un plazo máximo de 7 a 14 días", destacó Blatter.
Esta discrepancia en los tiempos de pago generó una presión financiera significativa para las farmacias, que buscan estrategias para mitigar el impacto en sus ingresos. "Tratamos de que las obras sociales se acerquen en el pago para evitar pérdidas económicas", añadió.
Continuidad en la cobertura de medicamentos
A pesar de los desafíos económicos, Blatter aseguró que, en general, los contratos con las obras sociales y prepagas se mantienen vigentes. "Los contratos siguen todos vigentes, aunque siempre existe la posibilidad de renegociaciones en función de los nuevos precios de los medicamentos", comentó.
Destacó también que los medicamentos considerados crónicos cuentan con una mayor cobertura en las obras sociales, en cumplimiento de una ley que garantiza el acceso a tratamientos esenciales para enfermedades crónicas como la hipertensión.
