La construcción de un crematorio en cercanías a la rotonda de la Ruta Pcial. 70 y la Variante de la Ruta Nac. 34, continúa generando rechazos en la comunidad.
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A la discusión en el recinto del Concejo Municipal y la negativa por parte de padres y madres de los alumnos que utilizan el Campo de Deportes del Colegio San José (situado frente al cuestionado emprendimiento comercial); ahora se les suma la Asociación “Amigos de la Vida”, quienes enviaron una nota al Intendente Luis Castellano.
En la misiva, los ambientalistas reclamaron la “clausura inmediata” de la edificación, basando su pedido en “posibles incongruencias técnicas y administrativas”, así como también, por el grave potencial de contaminación que generaría el funcionamiento de dicho lugar.
Asimismo, acusaron al municipio de ser el “facilitador de los negocios de terceros” y pidieron al Concejo “Estar a la altura de las circunstancias en cuanto a prevención”.
La nota, también señala que “los mecanismos llevados adelantes podrían ser totalmente irregulares, vulnerando los principios y procedimientos establecidos en la Ley Nacional 25675 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental, como el ordenamiento territorial, la evaluación de impacto ambiental y la participación ciudadana a través de audiencias públicas”.
Avalando su postura con un estudio elaborado por el Biólogo Dr. Raúl Montenegro (Pte. de la Fundación para la Defensa del Ambiente y docente de la Cátedra de Biología Evolutiva de la Facultad de Psicología de la Universidad de Córdoba), desde Amigos de la Vida remarcaron que el funcionamiento de un crematorio en zonas pobladas “expone a personas a la contaminación por metales, metaloides y sustancias orgánicas de alto riesgo sanitario” como por ejemplo mercurio, plomo y cadmio entre otros.
Citando el estudio del Dr. Montenegro, los ambientalistas locales expusieron que la deriva de la incineración de cadáveres “se extiende a grandes distancias en función del viento y otras variables” por lo que “la franja mínima de protección que deben tener a su alrededor es de unos 5.000-10.000 metros”.
También, el mismo estudio señala que la contaminación producida por esta actividad puede llegar a las aguas subterráneas o a otras zonas por el agua de lluvia e incluso, a zonas habitadas, cultivos y otras instalaciones por acción del viento.
Sin embargo, en el mientras tanto, la discusión sigue en el Concejo Municipal. En el último encuentro que mantuvieron los ediles con el Fiscal municipal Daniel Fruttero, se acordó continuar trabajando en conjunto entre el Legislativo y el Ejecutivo para modificar la ordenanza que regula la ubicación de este tipo de emprendimientos.
