La Fiscalía Federal de Rafaela cierra el año con un balance positivo, según pudo conocer Rafaela Noticias, al acceder a un documento que evalúa el desempeño de la oficia que conduce el Dr. Gustavo Onel, auxiliado por el Dr. Federico Grimm.
Con una jurisdicción que abarca gran parte del oeste santafesino, la Fiscalía Federal de Rafaela tramitó un total de 402 casos, siendo la mayoría por infracción a la ley de estupefacientes. En este sentido, fuentes consultadas indicaron que en la cuenta no se reflejan aquellos casos donde la tenencia de drogas es de escasa cantidad, archivados por aplicación del denominado “Fallo Arriola”.
En materia de penal se han remitido a juicio 66 casos, una cifra que se mantiene dentro del promedio de años anteriores. Un dato: pese al importante volumen de expedientes, todos se tramitan “en tiempo y forma” explicaron desde el organismo perteneciente al Ministerio Público Fiscal de la Nación.
Si bien los números “fríos” muchas veces no terminan de reflejar el trabajo subrepticio que demandan las investigaciones vinculadas al negocio de la droga, durante el 2023 se han llevado adelante numerosas pesquisas que permitieron un total de 65 allanamientos en 34 localidades de la jurisdicción, lo que dio como resultado la imputación de 82 personas y la incautación de 2.000 hojas de coca en estado natural, 52 kilos de cocaína y 11 kilos de marihuana.
Trabajo en conjunto
El mismo documento al que pudo acceder Rafaela Noticias tiene también un apartado donde se destaca la “coordinación positiva” que tuvo la dependencia tanto con el Juzgado Federal, como con la Secretaría de Seguridad, la cual fue conducida hasta el 10 de diciembre por Maximiliano Postovit y que, desde esa fecha, quedó a cargo de Juan Manuel Martínez Saliba.
Más allá del cambio de gobierno, la Secretaría local juega un rol preponderante en varias investigaciones por narcotráfico, al formular denuncias o incluso, facilitar medios para la persecución de delitos federales.
Lo pendiente
En el último párrafo, se mencionaron dos puntos que, año tras año, aparecen en la lista de “los pendientes”: La necesidad de contar con una fuerza de investigación más jerarquizada y capacitada que pueda colaborar en investigaciones complejas y en zonas altamente conflictivas (como por ejemplo Josefina y Frontera); y, por otro lado, una mayor celeridad en la realización de pericias.
