El Tribunal Oral Federal de Santa Fe (TOF1), condenó este miércoles, a Miguel Alegre Villareal, a 5 años de cárcel y afrontar una multa superior al medio millón de pesos, luego de encontrarlo culpable de regentear un kiosco de drogas en barrio barranquitas, en la zona norte de Rafaela.
Alegre Villareal, de 50 años de edad, fue sentenciado en el marco de un juicio abreviado que homologó el Juez de Cámara José María Escobar Cello, como autor del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y fue el cierre de una investigación que encabezó el Fiscal Federal de Rafaela, Gustavo Onel.
La causa tuvo su génesis en septiembre de 2022, en un informe entregado por la Unidad Regional V de Policía a la Fiscalía Federal, donde se revelaba la ubicación de varias viviendas sospechadas de formar parte del negocio de la droga en Rafaela, siendo uno de ellos el que habitaba Alegre Villareal, en calle Gil González al 500 aproximadamente.
Tres meses después, y luego de una extensa tarea de vigilancia sobre los movimientos del señalado, el Fiscal Onel pidió el allanamiento de la finca, que se llevó a cabo a mediados de diciembre del año pasado por parte de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales "Rafaela" de la Gendarmería Nacional.
El despliegue permitió el secuestro de una millonaria suma de dinero, armas de fuego, celulares y aproximadamente 15 kilos de droga, entre cocaína y marihuana. En torno al destino final del material estupefaciente incautado, la teoría en ese momento era que estaba destinado a su comercialización, tanto a grandes escalas, como así también al menudeo.
El alijo incautado fue una de las cantidades más importantes de droga del que se tenga registro en el último tiempo en Rafaela. En total, Gendarmería incautó casi 13 kilos de marihuana, distribuidos en once “ladrillos” y unos 60 envoltorios de nylon, así como 2 kilos 800 gramos de cocaína.
La droga estaba almacenada en la heladera, en el horno, dispuesta sobre la mesa, dentro de un freezer, en frascos y hasta en una mochila en la habitación de una de las hijas del encartado, según detallaron en ese entonces a Rafaela Noticias, fuentes con acceso privilegiado al expediente.
Si bien la causa contra Alegre Villareal quedó cerrada con su condena, el fallo de Escobar Cello abre la puerta a nuevas aristas. Es que, al momento que se elevara a juicio el expediente, el Fiscal Federal había pedido la formación de una causa por separado a raíz de un allanamiento efectuado el mismo día sobre un inmueble de calle Tucumán al 1500 aproximadamente. Escobar Cello dio el visto bueno y parte de la causa se desprendió hacia ese pedido, por lo que podría ser sólo el principio de una causa mucho mayor.
