La ola de inseguridad y de hechos contra la propiedad que está sufriendo la ciudad sigue dando que hablar y motivando situaciones muy preocupantes. No con grandes hechos delictivos, sino con robos que se suceden a toda hora, aprovechando descuidos de las víctimas, o con situaciones en las que los delincuentes se llevan lo primero que hay a mano.

Este tipo de hechos, además, se hacen más frecuentes en cercanías de los fines de semana, cuando los delincuentes necesitan "liquidez" para sus diversiones. Y nada mejor que un botín fácilmente "realizable", que se puede transformar en dinero contante y sonante en cualquier momento. Lo ideal: teléfonos celulares; o bicicletas tipo SLP; o garrafas; o metales como bronce y cobre.

Este viernes parece ser el día de los celulares. O la tarde. Porque en menos de dos horas hubo por lo menos tres casos de robos de aparatos telefónicos. Uno de los hechos ocurrió en un domicilio de Sáenz Díaz, en inmediaciones de la plaza Honda, donde uno o más delincuentes forzaron una ventana y se llevaron un celular y otro elemento electrónico.

El segundo hecho sucedió en la zona Norte, donde también arrebataron a un celular a una persona en la vía pública, mientras que el tercer suceso tuvo lugar en el barrio 9 de Julio, en calle Avanthay frente a la escuela Belgrano, donde la víctima resultó una persona que está trabajando en un local comercial en construcción y al que le llevaron el celular y la billetera con efectos personales.