Por Julio Armando
En el norte de la ciudad una familia que tiene plantas de marihuana en su patio sufrió en el último tiempo al menos dos veces el ingreso de jóvenes a su domicilio en busca de hacerse del cannabis. El delito de robo no llegó a consumarse gracias a que cerca del lugar hay cámaras del Centro de Monitoreo Urbano que detectaron movimientos extraños y los operadores dieron aviso a la policía que llegó al lugar rápidamente. Ya sea saltando tapiales o pasando por debajo de tejidos, los intrusos finalmente lograron ser capturados, por lo menos en los casos que se conocieron públicamente.
RAFAELA NOTICIAS pudo saber de manera exclusiva que en ese lugar se realizó un allanamiento semanas atras por parte de fuerzas federales que encontraron dichas plantas de marihuana, pero el propietario del domicilio contaba con la autorización legal tenerlas allí. Se trata de un certificado del Registro Nacional de Pacientes en Tratamiento con Cannabis (REPROCANN), mediante el cual se puede cultivar hasta 9 plantas. Por lo que de haber más de esa cantidad, el excedente sí termina siendo secuestrado por las fuerzas de seguridad, algo que a su vez habría pasado en el lugar mencionado.
Cultivar y trasladar cannabis con fines medicinales comenzó a ser legal en Argentina desde marzo del 2021 para aquellas personas que cuenten con indicación médica, las cuales además debe solicitar la autorización para cultivar para sí, o mediante un tercero. Ese mismo año de entrada en vigencia de la normativa ya se habían registrado más de 33 mil personas para cultivar cannabis en el país. Para ingresar al Reprocann, todas las personas tienen que validar su identidad a través de la plataforma “Mi Argentina”. En el caso de no tener cuenta, tendrán la posibilidad de crearla. Existen cuatro maneras de inscribirse en el REPROCANN, según el tipo de perfil que se desee generar: paciente- personas en tratamiento, cultivador solidario o tenencia de plantas o derivados de cannabis para uso medicinal, profesional de salud que prescribe cannabis con fines medicinales y ONG (Organizaciones No Gubernamentales) vinculadas a la salud. La persona debe elegir un perfil. Si es usuaria de cannabis, debe aclarar si cultiva o si alguien más cultiva para ella y elegir la opción "persona en tratamiento". Si la persona no es usuaria medicinal, pero cultiva para alguien que sí lo es, debe inscribirse como cultivador solidario, eligiendo la opción "cultivo o tenencia de plantas". El sistema provee una clave que se conoce como "número de vinculación", que justamente vincula a las personas con médicos y cultivadores solidarios. Un profesional de la salud, también inscripto en el REPROCANN, debe certificar que la persona inscripta es usuaria y establecer el número de plantas a cultivar. El trámite está aprobado y se emite el certificado correspondiente cuando personas usuarias, cultivadores solidarios si es que intervienen, y profesionales de la salud, están vinculados.
