Por Julio Armando
Un comercio de calle Brasil y Lavalle en Rafaela apareció estos días con un insólito cartel puesto por el dueño del lugar. Ofrece 50 mil pesos para que le devuelvan una notebook que le robaron, pero el ofrecimiento es directamente para el ladrón. En el cartel el comerciante da detalles del robo ya que el lugar cuenta con cámaras, dirigiéndose al autor del hecho. "Llegaste en bicicleta a la 1.55 am, la estacionaste en el cesto de basura, pasó la policía, entraste a la casa y saliste con la computadora a la 1.59", expresa el escrito. Y agrega: "Venías de la Rural y te fuiste para la Rural", haciendo referencia a la dirección que tomó el ladrón antes y después del hecho, es decir, que se retiró por Av. Brasil hacia el Este. La víctima asegura que necesita recuperar la computadora no por el valor económico en sí, sino porque contiene "información laboral"; y promete no hacer la denuncia si aparece. "No denuncio, trato de hombre a hombre sin inconvenientes", agrega. Y remata: "Llamame y arreglamos", dejando escrito su número de Whats App. No es un solo cartel el colocado, sino dos, uno en la vidriera de calle Brasil y otro hacia calle Lavalle.
Una de las lecturas que se desprende de esta acción del vecino y de lo escrito en el cartel específicamente, es que la víctima parece confiar más en la rapidez de su "oferta" y en "negociar" con el ladrón, que en el accionar de las fuerzas de seguridad y de la Justicia, aún cuando el autor del hecho quedó filmado. Lo cual es un problema también, más allá del robo en sí. Dado que desde el Estado siempre se pide que se realice la denuncia policial correspondiente para que la Justicia pueda actuar, pero si ese "contrato" de confianza, por algún motivo, está roto o al menos fragilizado, la sensación de desprotección de los ciudadanos aumenta y éstos buscan arreglar las cosas por su cuenta.
