En la mañana de este martes se concreta una importante reunión en el Concejo Municipal entre Carlos Casinerio y Hernán Gunzinger, representantes de la empresa concesionaria de la Terminal de Ómnibus y los concejales. Transcurrida la primera hora de la reunión, donde no faltaron algunos tensos cruces entre concejales y empresarios, se sumaron al encuentro el jefe de Gabinete municipal, Marcelo Lombardo; el secretario de Gobierno, Jorge Muriel; y el secretario de Desarrollo Urbano, Diego Martino.

El motivo del encuentro es el estado de deterioro que presenta la infraestructura de la Terminal, así como el notable desmejoramiento de los servicios que se prestan allí. Mientras el Concejo analiza si dará el aval a un convenio para que el Estado financie -a través del Ministerio de Transporte de la Nación- obras por 112 millones de pesos, que van desde la reparación de cielorasos hasta ampliación del área de encomiendas y una reorganización de las áreas de estacionamiento y circulación.

La Terminal fue inaugurada el 8 de mayo de 2009 y entregada en concesión a la empresa que representan Casinerio y Gunzinger, que originalmente aportó una inversión millonaria para terminar el edificio. Pero el cambio de las reglas de juego en el sector del transporte de pasajeros, con nuevas formas de comercialización de boletos y sobre todo a partir de la pandemia, por la disminución de la cantidad de servicios, puso en jaque a la concesión.

Los primeros cruces

La predisposición de los concejales a escuchar a los empresarios viene condicionada por el lamentable estado que ofrece la Terminal a los viajeros a simple vista. Y los concesionarios exponen sus razones argumentando que han hecho y dejado de hacer en estos años.

En 2018, la Municipalidad firmó un convenio con los concesionarios a través del cual realizó trabajos de recuperación del pavimento en áreas de la Terminal, a cambio del uso de cinco dársenas para paradas de minibuses; del uso del taller para tareas de lavado y reparación o mecánica rápida de los colectivos del transporte urbano; y de una oficina de atención de la TEP. Pero fuera del convenio luego la Municipalidad comenzó a guardar los 16 minibuses en la Terminal, utiliza un área para Protección Civil y por esas prestaciones no paga ni alquiler ni servicios como luz y agua. Según el concesionario, si se pusieran esas prestaciones, serían equivalentes a 4,5 millones de pesos en alquilereres por el total de 30 meses. Gunzinger dijo que la Terminal paga 650 mil pesos mensuales de energía eléctrica, y que un 5% de ese monto correspondería pagar al municipio.

Algunos cruces muy picantes se dieron con los concejales Mársico, Destéfanis y Sagardoy. Mársico inquirió sobre los servicios de guardia: " no los vemos nunca", advirtió, generando una respuesta fuerte de Casinerio. "¿Usted va de noche a la Terminal?", lo desafió Mársico. "Yo duermo en la parte de arriba de la Terminal", le contestó Casinerio.

Los concesionarios se quejaron de actos de vandalismo, de que "el personal de Gendarmería iba a dormir y por eso les pedimos que directamente no vayan", que el Estado no contribuye con vigilancia policial y que no hay calefacción porque no hay gas natural. También plantearon que la caída de los cielorrasos fueron por vicios de construcción originales: "si hay un problema así entre inquilinos y propietarios, se tiene que hacer cargo el propietario", desafiaron.

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