Diego, un delegado de 43 años y con más de 20 años de servicio en el municipio, fue uno de los tantos trabajadores que tomó la palabra en el plenario que en la mañana de este jueves compartieron unos 70 delegados con la totalidad de los concejales de Rafaela. Luego de plantear con crudo realismo el deterioro que se observa en distintas áreas del municipio y las condiciones en que deben trabajar los empleados del Estado local, cerró con una exhortación a los concejales que generó unánimes aplausos de sus compañeros: "hagan lo que corresponda hacer y que este momento sea sólo una foto política", les dijo.

Fue uno de los puntos altos de una reunión de más de dos horas, sin pelos en la lengua, que concejales, representantes del Sindicato de Empleados y Obreros Municipales de Rafaela y delegados de las distintas secciones compartieron en el Espacio Cultural del SEOM. Pero no fue el único, claro está. En el intermedio, el propio Darío Cocco, secretario general del gremio, usó una palabra que define el diagnóstico: "colapso", dijo.

Ante la prensa, Cocco dio un par de datos reveladores. Aseguró que en la noche del miércoles el SEOM no permitió que 7 de los 13 camiones que habitualmente se encargan de la recolección domiciliaria de residuos salieran a trabajar. Es más de la mitad de la dotación regular. "Son vehículos que no tienen frenos, o tienen fallas en la dirección o no tienen espejos. ¿Ustedes saben lo que es manejar un camión de recolección en el tránsito de la ciudad sin espejos, mientras los muchachos van corriendo al lado?", preguntó.

Por la falta de vehículos en condiciones la recolección se está haciendo en tres turnos y por eso ahora es más común ver a camiones recolectores trabajando en pleno día. La problemática se extiende al riego. Ayer, cinco camiones de riego no salieron por falencias similares. Hay más de 20 máquinas que se utilizan en el desmalezado que están fuera de servicio y la lista sigue.

Un rosario de necesidades

La lista de problemas que se van conociendo luego de permanecer muchos años ocultos al examen público ya se conocía por reuniones que los mismos delegados mantuvieron con el propio intendente y con su gabinete, así como otros encuentros con los concejales. ¿Por qué se conocen todos estos problemas ahora y el tema no "explotó" antes? Entre las razones, Cocco admitió que los reclamos siempre se hicieron y que algunos tienen más de diez años de data.

Citó ejemplos: en el área de Protección Vial, en avenida Yrigoyen, hay un solo baño para todo el personal, hombres y mujeres. En el corralón los trabajadores no tienen vestuarios ni donde cambiarse, aunque lleguen de cumplir horas de trabajo a la intemperie, bajo la lluvia o con 40 grados de sensación térmica.

La posición de los concejales

Entre los concejales, luego de la presentación formal que hizo Germán Bottero como presidente de cuerpo, la voz cantante la llevaron Lisandro Mársico y Leonardo Viotti. Los dos hicieron hincapié en que el deterioro de las condiciones de trabajo de los municipales vienen desde hace muchos años y sorprendieron a los delegados cuando les informaron que en varias oportunidades en que quisieron constatar el estado de situación en algunas áreas específicas -corralón y relleno sanitario-, no los dejaron ingresar. Advirtieron que tuvieron que sancionar una ordenanza especìfica para que se les permita el paso.

Los oficialistas Brenda Vimo y Juan Senn, en cambio, optaron por no profundizar en las falencias, sino en la necesidad de llevar adelante el proceso de inversiones y de recuperación que urge llevar adelante. Eso sì: nadie salió en defensa de las primeras y segundas líneas del gabinete. Ante una consulta específica sobre por qué no se había interiorizado antes de la situación, tomó distancia: "como concejal oficialista tengo que confiar en el trabajo de los secretarios", dijo. Un rato después, Cocco fue más contundente: "los secretarios no bajan a ver lo que sucede en las áreas donde trabajan", sentenció.

Si bien hubo un compromiso de los concejales de todos los bloques para contribuir a sacar las ordenanzas que hagan falta para hacer más ágiles las respuestas -sobre todo en compra de equipos e insumos-, quedó claro que ninguno firmará un cheque en blanco a la administración. Y Cocco también expresó su convencimiento de que "acá no hay una ruptura política con nadie: se llegó a un punto de no retorno y por eso estamos haciendo todo esto".