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Locales

Números municipales: la recaudación de la tasa cayó al 50% y la coparticipación perdió más del 70%

Son datos oficiales, según informó el Departamento Ejecutivo, en una conferencia de prensa en la que se dieron datos sobre la auditoría cerrada al final de la gestión anterior. Fuerte impacto de la recesión.
Agrandar imagen Germán Bottero y Silvina Bravino, en la conferencia de prensa.
Germán Bottero y Silvina Bravino, en la conferencia de prensa.
Miguel A. González

Por Miguel A. González

La recaudación de la tasa municipal cayó en los primeros meses a un 51% respecto al total emitido y puesto al cobro, con una pérdida de entre 4 y 5 puntos porcentuales respecto a la recaudación de diciembre, que ya venía registrando un proceso de caída y se ubicaba en el orden del 56%. En enero, la tasa municipal tuvo una primera actualización respecto a los valores del año anterior, con un incremento del 60%. A partir del primero de mayo, la UCM volvió a aumentar, en este caso un 95% respecto a los valores cobrados el 30 de abril, pero significando un acumulado del 212% respecto al 31 de diciembre: todavía no están los números de la recaudación, pero la caída podría ser más abrupta todavía.

El combo de la pérdida de poder adquisitivo de los contribuyentes y el incremento de los tributos locales tiene un efecto previsible, que es la caída de la recaudación. Pero además al municipio también le pega bajo la línea de flotación el descenso de la coparticipación real. Aunque nominalmente siguen ingresando a la caja del Estado local los mismos pesos que en diciembre, el valor de esos pesos cayó notablemente en su poder de compra. Por eso la recaudación real por coparticipaciòn perdió al equivalente de la inflación de este 2024, como mínimo.

Los datos fueron aportados por el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Germán Bottero, y su colega de Hacienda, Silvina Bravino, quienes ofrecieron una conferencia de prensa cuyo objetivo central fue dejar en claro algunos aspectos del informe ofrecido por la Auditoría realizada sobre la posición financiera del municipio al cierre de la gestión de Luis Castellano. Políticamente, la información brindada por el Ejecutivo apuntó a contrarrestar las comunicaciones efectuadas por la oposición en el Concejo, que luego de conocidos los resultados de la auditoría atacó al oficialismo con el argumento de que "están los recursos económicos" para brindar servicios de calidad a los contribuyentes, sin cargar a la población con más presión tributaria.

Las tenencias en dólares

El primer dato que tiraron sobre la mesa los funcionarios fueron las tenencias en dólares.. Recordaron que durante la gestión de Omar Perotti como intendente, en 2010, había 2.024.390,58 dólares en una caja de seguridad. Y que el 7 de noviembre de 2023, un mes y tres días antes de dejar su cargo, el intendente Luis Castellano decidió vender 500 mil dólares, con el fin -según estimaron los funcionarios informantes- de achicar la deuda flotante originada en obligaciones con proveedores y en la necesidad de prever el pago de sueldos y aguinaldos. Bottero recordó que esa reserva "está pensada para alguna situación muy extraordinaria, como alguna catástrofe. Sobrevivió a la crisis del 2001 y a la pandemia, no fue utilizada, hasta noviembre de 2023".

El informe, según amplió Bravino, es claro en cuanto a que la auditoría ofrece datos con un corte preciso, al 7 de diciembre. Y que incluye en las supuestas disponibilidades de ese momento los montos que se destinarían a pagar sueldos, aguinaldos y obligaciones con proveedores contraídas con anterioridad a diciembre. Va de suyo que incorporar a las "disponibilidades" de caja la reserva financiera siempre fue una exageración: no se ponen las joyas de la abuela en la billetera ni para pagar el saldo de la tarjeta de crédito, si es que valen las comparaciones de las finanzas municipales con la economía doméstica.

Déficit operativo: ¿o no?

Por otra parte, Bravino también subrayó que la gestión Castellano terminó con déficit operativo. Según los datos surgidos de la auditorìa, contra ingresos corrienes de 2.097,45 millones de pesos, la Municipalidad tuvo erogaciones, a diciembre de 2023 y contado el transcurso del año pasado, por 2.424,60 millones, lo que dio un "resultado económico" de 327,14 millones en rojo. ¿Cómo se afrontó ese déficit y por qué Castellano dijo que la Municipalidad tuvo superávit en su último año de gestión? Porque ingresaron 983,20 millones de pesos desde otras jurisdicciones, en la forma de aportes no reintegrables, subsidios y programas especiales. Esto significa dinero que no es parte de la masa de coparticipación automática fijada por ley, sino que son otros fondos, más discrecionales. Eso le permitió a Castellano cerrar el último año con un superavit de 656 millones.

Esos datos no significan que la administración de Castellano haya dibujado artificialmente los números del superávit. De hecho, la definición de si hubo superávit o hubo déficit depende del lugar en el que se trace la raya de la cuenta: ¿se pone antes del ingreso de los recursos que llegaron de Nación y Provincia, como hizo la gestión Viotti al presentar los números ahora? ¿O se pone después, en la cuenta final, como hizo Castellano en diciembre? El resultado final es el final, podría decirse.

A favor de Castellano: cuando se planifica y ejecuta el gasto operativo, se cuentan en los presupuestos lo que puede venir de otras jurisdicciones. Trazar la raya antes de contar el ingreso de esos recursos extras sería cometer una injusticia con los que trabajaron en el diseño y ejecución de políticas públicas contando con la llegada de esos recursos.

¿Por qué, entonces, la administración Viotti se preocupa ahora por trazar la línea más arriba? Porque ahora "hay que vivir con lo nuestro", que significa olvidarse, como el propio Germán Bottero lo planteó, de la asistencia de Nación o provincia para ejecutar políticas públicas locales. No se dieron ejemplos, pero hay de sobra: desde programas de aliento y promoción del empleo y el emprendedurismo, hasta partidas especiales para obras de pavimentación y otras infraestructuras, o eventos culturales como el Festival de Teatro. Para todo eso desde el 10 de diciembre existe algo llamado motosierra: se terminó, no va más. Como también se terminaron los subsidios nacionales al transporte público. Dejó de ser una cuestión de golpear las puertas adecuadas para conseguir los recursos nacionales: las puertas ahora son de hormigón armado y no tienen bisagras.

 

 

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