La secretaria legislativa del concejal e intendente electo Leonardo Viotti, Marcia Tamagnini, ocupará la Coordinación de Vecinales en la nueva gestión municipal desde el 10 de diciembre. Un engranaje clave en la estructura de gobierno local a la que le faltó “aceite” durante los mandatos de Castellano. No por responsabilidad de quienes ocuparon esta dependencia, como la actual coordinadora Vanesa Macagno u otros que la precedieron en su cargo, sino por la falta de un acompañamiento más sostenido desde las demás áreas del ejecutivo. Para ser más preciso, ciertas secretarías no respondieron satisfactoriamente a las demandas que emanaban desde las vecinales. Ése fue un reclamo constante de los propios vecinalistas durante años en las sucesivas reuniones de la Federación de Entidades Vecinales de las que participó RAFAELA NOTICIAS, e incluso los planteos fueron realizados en ocasiones al propio intendente Castellano. Pero lo cierto es que casi nunca se llegó a ser lo expeditivo que pedían los dirigentes barriales, y los reclamos muchas veces terminaban perdidos en escritorios de alguna oficina municipal. Para ser gráfico, los ciudadanos reclamaban al presidente del barrio, el presidente del barrio hacía las gestiones ante el Área de Vecinales, esta última elevaba las inquietudes, pero a partir de allí algo pasaba que las respuestas muchas veces no retornaban al ciudadano. El cual terminaba descargando su enojo con el presidente barrial haciéndolo responsable de la falta de eficacia. La reiteración de estas situaciones llevó a dirigentes a sentirse en soledad y dejar el cargo, o bien fueron los propios vecinos los que les dieron la espalda y no los respaldaron en las últimas elecciones vecinales del año pasado.
Las denominadas “obras grandes” llegaron a Rafaela (hospital, Autovía 34, entubado del canal sur, etc.), sobre todo en los últimos años, y eso es una cuestión reconocida y valorada por los dirigentes de los barrios. Pero estos sectores de la ciudad laten al ritmo de la cotidianeidad: el árbol que rompe la vereda y nunca se saca, el bache que deteriora los vehículos y tarda en taparse, el foco de la plaza que no se cambia y la vuelve peligrosa a cierta hora, la calle que sigue siendo complicada y se demora en darle un solo sentido. Cuestiones diarias a las que no se les pudo encontrar la vuelta para dar respuestas rápidas a los vecinos y que de alguna manera contribuyeron al desgaste de la gestión municipal. Esto, que parece ser una mera opinión del redactor, en realidad surge de la descripción realizada por varios vecinalistas de diferentes sectores de la ciudad consultados por este medio, incluso algunos de ellos del propio riñón justicialista. Por supuesto, que todo lo anterior no invalida lo bueno que deja la gestión actual a partir de los talleres barriales, el apoyo a los festejos en los barrios, los centros tecnológicos que funcionan en algunas vecinales, las asistencias a copas de leches o lo que fue en su momento el programa Rafaela en Acción que llevaba los servicios municipales a todos los sectores. También en el último año se vio un aceleramiento en la mantención y embellecimiento de algunas plazas, aunque era un reclamo que venía desde bastante tiempo atrás.
El éxito para la gestión que se iniciará el 10 de diciembre en el área Vecinales dependerá de la eficacia de quien asuma, pero más del respaldo político a partir de las diferentes secretarías que decida darle el nuevo intendente a la persona elegida para atender los reclamos, que en este caso será Marcia Tamagnini. Reclamos que si bien no parecen muchas veces ser tan estruendosos por su magnitud, suelen ser los que afectan y complican la vida diaria a los rafaelinos, y que merecen una respuesta en tiempo y forma.
