El 30 de junio de 2022, cuando toda la región salía de los momentos más duros de la pandemia del COVID y la población ya estaba mayormente inmunizada, se abrió en Rafaela otro "frente" de complicaciones en la salud. Ese día dejó de funcionar la guardia de la Clínica Nacer, el único establecimiento privado que atendía a niños y niñas, que al mismo tiempo dejó de recibir internaciones. Consecuentemente, todo el peso de la atención en pediatría para urgencias e internaciones recayó en el Hospital público.

Para entonces, a sabiendas del colapso del sistema privado, ya había comenzado a trasladarse toda la estructura del servicio de pediatría del hospital público al ala Oeste del edificio del nuevo Hospital Regional en construcción en el barrio Los Arces. Lo que originalmente se había ejecutado como una segunda etapa (la primera había sido la construcción de la estructura de hormigón completa del edificio), con la idea de crear un servicio especial para pacientes COVID, se reconfiguró como "hospital pediátrico", con una guardia propia.

El traslado se hizo en cierta forma "en emergencia", dada las circunstancias: un recargo notable al servicio de pediatría del hospital público por la salida de escena del efector privado, y la necesidad de contar con camas pediátricas. Se habilitó también una terapia intensiva pediátrica, con el objetivo de descentralizar la atención de alta complejidad para niños, de modo que los pacientes de toda la región noroeste de la provincia no tuvieran que ser derivados -salvo casos determinados de muy alta complejidad- a Santa Fe o Rosario.

Ahora, todo ese proceso puede dar marcha atrás. En las últimas semanas, en medio de la transición política, y cuando todavía se estaba en el proceso de designar a los nuevos responsables de la conducción técnica del Hospital Jaime Ferré, comenzó a tomar fuerza la novedad de que el área de Pediatría sería "devuelta" al viejo edificio del Jaime Ferré. Implicaría esta decisión un paso atrás -dada la modernidad de las instalaciones en funcionamiento en el barrio Los Arces y las limitaciones de espacio y funcionalidad que tiene el centenario Jaime Ferré- y una complicación importante, en un momento en que la demanda escala continuamente como consecuencia de la situación económica, que hace que cada vez más pacientes recurran al efector público.

Un tema técnico y una decisión política

Consultada sobre el tema, la flamante directora del Hospital -que precisamente viene de ser la jefa del servicio de Pediatría-, admitió que la mudanza es un tema "en estudio" y que la alternativa que se elija surgirá de una "decisión política".

No obstante, Weppler fue clara al sostener que "hay cuestiones técnicas que no permitirían que nosotros (el Hospital Pediátrico) podamos seguir desempeñándonos en ese lugar, así que también dentro de las posibilidades está justamente la cuestión de venirnos nuevamente (al Jaime Ferré, donde se estaba desarrollando la conferencia de prensa por su asunción como directora) y unificar todos los servicios en este hospital. Pero aún falta para eso y por supuesto cuando la decisión esté, la vamos a comunicar debidamente".

Tanto se habló del tema que la "mudanza" de Pediatría al viejo Jaime Ferré parecía cuestión de días. Sin embargo, la decisión final quedó en "stand by". Quizás por eso la ministra de Salud de la provincia, Silvia Ciancio, que en público durante la puesta en funciones de Weppler pidió "colaboración" a los medios de prensa para comunicar los temas de interés en salud pública, luego se tornó inaccesible para entrevistas y no aceptó dar notas a los medios rafaelinos que la esperaron al término del acto. Llamó la atención esa actitud, sobre todo considerando que la funcionaria se quedó en Rafaela durante algunas horas, por lo que el tiempo disponible no pareció ser la causa de la negativa a atender a la prensa que esgrimieron sus colaboradores.

La obra en el nuevo Hospital y las pruebas en vacío

Una de las especulaciones que se hicieron fuertes a partir de lo que trascendió extraoficialmente desde el propio Jaime Ferré -a través principalmente de los trabajadores de Salud que estaban al tanto de los planes de mudanza- es que antes de la habilitación del Hospital Pediátrico nunca se completaron los protocolos de las pruebas en vacío que se efectúan en todos los establecimientos de este tipo. Hubo naturalmente pruebas sobre el funcionamiento de la aparatología y de todos los servicios, pero no se habrían realizado todos los procedimientos que ordenan los protocolos en la materia. Esta versión no pudo ser confirmada por fuentes oficiales.

Cuando se habilitó el área de Pediatría en el nuevo edificio ni siquiera estaba adjudicada la construcción de la etapa final, que es la que ahora está en ejecución y cuyo inicio de obra se dio a finales de 2022. Finalizando el primer bimestre el 2024, si bien la obra se ralentizó en medio de la transición entre los gobiernos entrante y saliente y la crisis de las obras públicas en general, igualmente los trabajos continuaron y la visita del gobernador Maximiliano Pullaro al efector público confirmó el compromiso del Ejecutivo provincial para terminar la parte edilicia en lo posible dentro de 2024, pero apuntando al 2025 como fecha de traslado del efector.

La nueva-vieja guardia ministerial

En el contexto de un nuevo cambio de gestión en la provincia, también regresaron al Ministerio funcionarios que ya trabajaron en la gestión de Miguel Lifschitz, que precedió a la de Omar Perotti. Esos funcionarios fueron los que participaron del diseño del Hospital Regional de Rafaela cuando apenas era un anteproyecto: dispusieron el lugar donde estaría la guardia general y cada uno de los servicios que funcionaría en un efector de alta complejidad a gran escala, como será el nuevo Hospital Regional. De hecho, la actual secretaria de Salud del Ministerio es Andrea Uboldi, que fue ministra del área en la gestión de Lifschitz. Uboldi estuvo en Rafaela el martes, junto al gobernador y la ministra Ciancio.

Cuando llegó Perotti al gobierno, los funcionarios que integraron los equipos técnicos del Ministerio le dieron otro enfoque a los proyectos. La pandemia obligó a recalcular todo. Y las urgencias también. Lo que originalmente sería la guardia general se convirtió en la nueva guardia pediátrica, y se reconfiguró el proyecto de modo que la futura guardia general esté ubicada con acceso sobre Bv. Lehmann y no sobre 25 de Mayo, que es la que se utiliza ahora para la atención de los chicos. Pero también otros servicios fueron "recalculados".

Ahora, con la "nueva-vieja guardia" ministerial trabajando, es probable que algunos enfoques específicos hayan cambiado nuevamente. Y que ese "recalculando" que marca el GPS de la obra obligue a desocupar todo el edificio mudando Pediatría por algunos meses nuevamente al viejo Jaime Ferré y "resetear" el proyecto general, volviéndolo a cero en cuanto a su distribución espacial y organización funcional. Que no significa, para que no queden dudas, que vaya a destruirse lo hecho, sino que tengan que realizar modificaciones y adaptaciones que requieren esa mudanza temporaria y, al final de todo, hacer las pruebas en vacío de todo el complejo en su conjunto.