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Locales

Dólares municipales: ¿cuántos se compraron y para qué se van a destinar?

Fue el tema de la semana, luego que una consulta de RAFAELA NOTICIAS generara una revelación oficial y una catarata de repercusiones en las redes sociales. ¿Ahorro liso y llano o divisas para resguardar poder de compra?
Agrandar imagen Intendente Leonardo Viotti: decisiones cruciales.
Intendente Leonardo Viotti: decisiones cruciales.
Miguel A. González

Por Miguel A. González

La conferencia de prensa convocada por el Ejecutivo Municipal para informar sobre los alcances y el significado de las conclusiones aportadas por la auditoría de corte que se practicó en las cuentas municipales al momento de concretarse la salida de la Intendencia de Luis Castellano cambió abruptamente su eje cuando una pregunta de RAFAELA NOTICIAS alteró la rutina. Se estaba hablando del uso de las reservas en dólares del municipio por parte de Castellano y la pregunta sorprendió a propios y extraños, porque el dato era poco conocido: de hecho, la consulta periodística apuntaba a confirmar o negar lo que era un trascendido muy reservado. ¿Había comprado dólares la Municipalidad en la gestión de la actual administración?

La respuesta fue sí. La secretaria de Hacienda fue muy expresiva: primero, en su sorpresa por la pregunta; y luego en la espontaneidad de su respuesta, cuando aseguró que el objetivo de la compra de divisas era "recomponer las reservas" financiereas del municipio. De hecho, ya con tiempo para masticar la respuesta, tanto ella como Germán Bottero coincidieron en que se trataba de un acto de responsabilidad por parte del Ejecutivo, dada la incertidumbre sobre las variables de la economía y la necesidad de contar con esa reserva, que históricamente se ubica en el orden de una masa salarial completa. Bottero estimó que ese monto es equivalente hoy en día a unos dos mil millones de pesos, si se incluye la previsión para el aguinaldo.

Cuando la repregunta apuntó a conocer cuál era el monto adquirido, Bravino prefirió no divulgar el dato. Obviamente lo conocía, aunque negó muy enfáticamente que fueran 500 mil dólares, como le preguntó RN en base al trascendido que había motivado el interrogante inicial. "Nooo, es menos", sentenció Bravino. El presidente del Concejo, Lisandro Mársico, en una entrevista radial posterior, ubicó el monto en 480 mil dólares. Pero aportó un dato nuevo: justificó la compra al sostener que ese dinero será utilizado para la compra de equipos y maquinarias.

Ahorrar o invertir, esa es la cuestión

La compra de divisas no fue por 500 mil ni por 480 mil: se compraron 488 mil dólares. Fue Bravino - una funcionaria con vasta experiencia en la actividad privada y a la que el personal de carrera que trajina los pisos más importantes del edificio municipal califica con las valoraciones más positivas, lo cual no es un dato menor- la que recomendó al intendente la compra de dólares. Reconstituir las reservas y prepararse para un escenario absolutamente imprevisible ameritaba la audaz decisión, en un contexto de ajustes en el gasto e inversión, y de mayor presión sobre los contribuyentes.

Ese fondo de reservas es de disponibilidad absoluta. Cada administración puede darle el uso que prefiera. Lo puede engordar, como fue la intención original de la administración actual. O lo puede utilizar para inversión inmediata. El modelo no es original. Jorge Obeid, en su segunda gobernación -en el que su gobierno enfrentó durísimas inundaciones-, aprovechando los años de oro de la recuperación post-crisis del 2001/2002, constituyó una reserva equivalente a más de 200 millones de dólares, a la que denominó Fondo Anticíclico. Su objetivo era tener "masa de maniobra" para cubrir las brechas que pudiera abrir una crisis climática, económica o política en el país.

Su opositor de entonces, Hermes Binner, tenía una teoría distinta: opinaba que no se podía tener tanto dinero inmovilizado cuando la provincia tenía carencias notorias en infraestructura y calidad de vida. El equipo económico de Binner consideraba que la provincia, por el contrario, tenía que utilizar ese dinero y eventualmente tomar deuda para hacer inversión pública. De hecho, así lo hizo. Liquidó el Fondo Anticíclico y los gobiernos socialistas tuvieron que tomar deuda pública incluso de corto plazo para pagar sueldos, en algunos momentos críticos.

Castellano, formado en la escuela de Omar Perotti, preservó las reservas heredadas. Hasta que lo apretó el cronograma institucional: preocupado por cuidar su prestigio personal y el de su gestión (en ese orden), en sus múltiples despedidas no se cansó de repetir que dejaba suficiente dinero en caja como para que no le atribuyeran ninguna culpa en eventuales problemas de gestión. Sólo cuando se hizo evidente que la herencia podía involucrar faltantes de caja para afrontar sueldos y aguinaldos; más una deuda flotante que aparecía como demasiado elevada a ojos de la opinión pública, el "Luis" decidió habilitar la venta de medio millón de dólares. "Un cuarto de las reservas que nunca se habían tocado, ni siquiera en pandemia", se regodeó Germán Bottero cuando recordó la operación.

La mutación de las ideas

Fue Bravino la que impulsó la compra para proteger la administración de la incertidumbre reinante. Obró, como ella misma lo dijo, sin pensar en si era el momento oportuno para consolidar reservas: era lo necesario, consideró. "Responsabilidad", fue la palabra que usó. Demasiadas nubes en el horizonte económico como para no tener un paraguas grande y fuerte a mano.

Silvina Bravino, secretaria de Hacienda.
Silvina Bravino, secretaria de Hacienda.

Sin embargo, la política casi nunca va de la mano de los fríos números de las planillas de excel. No fue la ofensiva del justicialismo la que encendió alertas en las carpas del campamento de Leonardo Viotti. Fueron las repercusiones en las redes sociales -el termómetro en el que más confía la mesa chica del intendente- las que llamaron la atención. Por eso en estos días se escuchó en Moreno 8 una frase muy significativa: "no es el momento de amarrocar".

El tema de la compra de las divisas volvió a ponerse en debate. De las nuevas decisiones también participó Lisandro Mársico, por eso no fue casual que opinara con precisiones hasta entonces desconocidas cuando le acercaron el micrófono.

El escenario de incertidumbre sigue siendo el mismo que cuando se resolvió la compra de los dólares. Pero si hace unas semanas el presidente hablaba de dolarización y calificaba con términos escatológicos a la sufrida moneda nacional, ahora defiende la supuesta fortaleza del peso frente a presiones devaluadoras.

¿Hasta dónde, entonces, es una buena decisión resguardarse en dólares? Imposible pensar en plazos fijos en pesos, con las tasas tiradas al piso por el BCRA. Ni un Messi de las finanzas acertaría en estos días a saber cuál es la mejor manera de protegerse para un Estado municipal sometido, también, a las generales de la ley de las normativas de transparencia y legalidad.

En ese contexto, Viotti tomó una decisión clave: los casi 500 mil dólares del ahorro constituido en el breve período de gestión que lleva adelante tendrán uso. Será para comprar equipos y maquinarias. El intendente no quiere quedar sentado sobre una caja de ahorros que le haga más estrechos los márgenes de maniobra para atacar otros problemas que, considera, son tanto o más demandantes que la buena salud financiera del Estado local.

Cuidado, a no engañarse: no es que 500 mil dólares sean una cifra extraordinaria para el volumen que maneja un municipio. Un auto para la GUR no costará menos de 20 mil dólares. Una maquinaria pesada puede perfectamente llegar a costar más de 300 mil dólares. Para mantener caminos rurales y calles de ripio la Municipalidad tiene sólo 4 motoniveladoras, de las cuales una es prestada por Vialidad, otra está en condiciones irreparables y en uso efectivo puede haber sólo "una que funciona y la otra que anda un día sí y otro no", según la descripción gráfica de quienes trabajan en el obrador.

La decisión de las últimas horas del intendente Viotti es apretar el acelerador -en la medida de las posibilidades- en el reequipamiento municipal. El área de servicios públicos y la GUR son prioridades. A quien le preste oídos el intendente también le reitera que se quiere sacar de encima la mochila -así lo considera- de la tercerización de servicios y el alquiler de maquinarias. Sospecha -con razón- que entre esos proveedores anidan lealtades a la anterior administración que permanecen inalteradas. Y que pueden ser un ancla indeseado en la velocidad que desea imprimirle a los cambios que urge empezar a mostrar si es que quiere preservar su imagen de hombre preparado para los desafíos de la ciudad del presente.

El 10 de junio Leonardo Viotti cumplirá el primer semestre al frente del mayor reto de su vida política: gobernar una ciudad con alto estándard de exigencia. De las decisiones estratégicas que se tomen en el timón de este barco dependerá el rumbo hacia un puerto seguro o hacia otras aguas menos placenteras. Ahora Viotti ya sabe que el que apuesta al dólar no siempre gana.

 

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