Argentina produce gran parte del petróleo que refina para los combustibles que se utilizan en el país. Lo hace extrayendo el crudo del subsuelo argentino, con trabajo argentino y logística nacional. Sin embargo, la ambición de las petroleras que operan en el país -incluso la principal de ellas, la estatal YPF- es que el precio del barril de petróleo producido en Argentina para el mercado interno se pague al mismo precio que lo paga cualquier país del mundo en el mercado internacional. Por supuesto que el negocio tiene múltiples complejidades -con participación de otros actores, como los expendedores- pero allí está en buena medida la explicación de que que en el último mes y medio los precios de naftas y gasoil en todos los surtidores del país se hayan incrementado en más de un cien por ciento, con el consiguiente impacto en la cadena de logística y comercialización de todas las empresas del país e incluso en el transporte de pasajeros.

Sin embargo, ahora es el Estado el que contribuyó con su parte a estos incrementos. Con la publicación en la edición de este jueves del Boletín Oficial del decreto 107/24, el Gobierno dispuso descongelar los impuestos a los combustibles (ICL e IDL) tras más de dos años sin modificaciones.

De esta manera, se estableció que el aumento del primer y segundo trimestre de 2023 tenga efecto para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil a partir del 1° de marzo de este año. Mientras tanto, los demás incrementos están previstos para el 1° de abril y el 1° de mayo. Sin embargo, desde anoche se actualizaron los tributos correspondientes a los períodos 2021 y 2022, decisión que impactó en un incremento en los surtidores del 4 por ciento sólo por ese ítem.

A todo esto, los precios en los surtidores de Rafaela ya mostraron los nuevos valores fijados por las petroleras. Así, la nafta súper de YPF, que costaba 806 pesos, ahora pasó a valer 858 pesos. En tanto, la Infinia superó la barrera de los mil pesos: pasó de 969 pesos a 1063 pesos. En tanto, el gasoil ultradiesel pasó de 856 pesosa a 911, mientras que el gasoil premium de la petrolera estatal pasó de 999 pesos a 1063.

En tanto, en las estaciones Shell el combustible nafta súper pasó de 834 pesos a 876 pesos, mientras que el premium Shell V-Power, que costaba hasta el miércoles 994 pesos, ahora cotiza a 1057 pesos. Lo mismo para el gasoil: el más económico pasó de 926 pesos a 936 pesos, mientras que el premium pasó de 1061 a 1090.