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Judiciales

‘’Yiyo’’ Ramalllo: De arrojarle un cesto a un Fiscal a convertirse en uno de los actores más importantes del narconegocio en Rafaela

Ramallo fue condenado, junto a 7 personas, tras ser encontrado culpable de encabezar una organización narco criminal, encargada de traficar droga desde Santa Fe y comercializarla en Rafaela. Una investigación del Fiscal Federal Gustavo Onel develó que la venta de ‘’gilada’’ y ‘’faso’’ era dirigida desde la celda que “Yiyo” ocupaba en la cárcel de Piñeiro.  
Agrandar imagen Imagen Ilustrativa. Fuente: Internet
Imagen Ilustrativa. Fuente: Internet

El Juez de Cámara José María Escobar Cello condenó, en la jornada de este jueves, a Evelio Ramallo, Carina Castillo, Yoana Olivera, Diego Molina, Cristian Ferreyra, Joaquín Babijezuk, Tatiana Molina y Yasmín Rolón como integrantes de una organización narco criminal.      

 

La causa, que se tramitó en Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe, había sido llevada en su etapa procesal, por el Fiscal Federal de Rafaela, Gustavo Onel, quien había develado, en 2020, la empresa criminal que se había montado para traer la droga desde Santa Fe y comercializarla en distintos ‘’kioscos’’ de la ciudad de Rafaela. 

La cabeza de la banda era “Yiyo” Ramallo, quien dirigía las operaciones desde su celda en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero, donde Ramallo se encontraba purgando una pena de 23 años, impuesta por la justicia provincial en agosto del 2021.

Por esta causa, Ramallo, fue condenado a la pena de 8 años de cárcel y a pagar una multa cercana a los 900 mil pesos, al ser encontrado autor del delito de Organización del comercio de estupefacientes. Pero esta pena será mayor, una vez que se proceda a la unificación de condenas, decisión que actualmente está en manos del Juzgado en lo Penal de Primera Instancia de la 5ta. Circunscripción Judicial de la ciudad de Rafaela. 

En tanto, Carina Castillo, por su participación como autora del delito de Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, deberá purgar una pena de 5 años de cárcel. Pero, al igual que Ramallo, al ser reincidente, la unificación de las condenas eleva a 7 años y 8 meses, la cantidad de tiempo que deberá estar tras las rejas. Además de una multa superior a los 800 mil pesos.   

Olivera, en tanto, por dos delitos en concurso real caratulados como Tenencia de estupefacientes con fines de comercialización purgará 5 años de encierro y abonará una multa de 570.000 pesos. 

Asimismo, Ferreyra fue condenado, tras una unificación de penas, a 5 años y 6 meses de cárcel más una multa cercana a los 630 mil pesos.  

Por su parte, Diego Molina fue encontrado culpable del delito de Confabulación para el tráfico de estupefacientes y deberá ser encarcelado por 6 años y tres meses al sumársele a una condena similar impuesta por el T.O.F. en 2018. 

De la misma manera, Babijezuk recibió una pena de tres años de prisión por ser autor del delito de Confabulación para el tráfico de estupefacientes y Tenencia de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal. 

Por último, Tatiana Molina y Yasmin Rolón fueron encontradas coautoras del delito de Portación de arma de guerra sin la debida autorización legal y deberán purgar una condena de dos años de cárcel, aunque de cumplimiento condicional. 

Cabe aclarar que hay una novena implicada en la causa. Se trata de Nancy Zunoffen, quien fue beneficiada en un expediente a parte con la suspensión del juicio a prueba.    

“bajá las mochilas, baja las mochilas”

La génesis de las investigaciones se originó a partir de un control policial montado en el acceso este de la ciudad de Santa Fe en mayo del 2020, cuando los uniformados detuvieron la marcha de un remís, que tenía como pasajeras a Tatiana Molina y Yasmin Rolón.

Entre sus pertenecías, los actuantes secuestraron dos pistolas. Una 9 mm marca Pietro Beretta, con su cargador colocado y 5 proyectiles; y un calibre 380 marca Forjas Taurus S.A. con su numeración suprimida –con cargador y 3 proyectiles. 

Ese operativo, dio origen a dos legajos que recayeron en la Unidad Fiscal Rafaela del Ministerio Público de la Acusación, donde se iniciaron actuaciones para determinar el origen de esas armas. 

Entre las medidas adoptadas, se intervinieron varias líneas telefónicas, entre ellas, las que presuntamente utilizarían Ramallo y Castillo, lo que reveló la existencia de maniobras vinculadas al tráfico de estupefacientes. 

Tras declarase la incompetencia de la Justicia ordinaria, las actuaciones pasaron al fuero federal, recayendo la responsabilidad en la Fiscalía que subroga el Fiscal Federal Gustavo Onel. 

Tras profundizar en las pesquisas, se detectaron comunicaciones entre Castillo, Ramallo y otro sujeto sindicado como “proveedor” de material estupefaciente.

Estas tareas, que fueron encaradas por la Unidad Investigativa Antinarcóticos Región I de la Policía, permitieron establecer que los implicados formarían una organización criminal dedicada al tráfico, siendo Ramallo el cabecilla y quien impartía las órdenes desde su celda en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero.

Tras colectar las pruebas suficientes, el Fiscal Onel ordenó varios allanamientos, que se llevaron a cabo en agosto del 2020, procediendo al secuestro de importantes cantidades de marihuana y cocaína, celulares, una gran suma de dinero en efectivo y armas, entre otros elementos de interés.

Cabe recordar que los procedimientos se habían dado en tres viviendas de barrio Barranquitas, en un domicilio de barrio Villa del Parque, otro en el 2 de abril y otros dos en barrio 17 de octubre. También se irrumpió en una finca de Santa Fe y otra en la celda de Ramallo en Rosario.

Ya estaba en la Alcaidía cuando ordenaron su detención 

Entre los considerandos del fallo adoptado por Escobar Cello, aparece otra causa que se sumó a este expediente y que se había iniciado en enero del 2020 contra Yoana Olivera, cuando una denuncia anónima realizada a agentes policiales que se encontraban realizando tareas de patrullaje en la ciudad, reveló que Olivera se dedicaría al narcomenudeo en su vivienda de calle José Marti, donde en marzo de ese año, se secuestró marihuana, un celular y dinero efectivo. 

En esa oportunidad, Olivera fue aprehendida en inmediaciones de la Unidad Regional V, oportunidad en la que había realizado una visita a un detenido.

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