Este martes, en la Sala 3 de los Tribunales de Rafaela, la Jueza Cristina Fortunato condenó, en el marco de un juicio oral y público, al Subinspector de Policía Luis Leiva, a la pena de un año y seis meses de prisión de cumplimiento condicional, luego de encontrarlo responsable del delito de hurto agravado.
Leiva llegó a esta instancia luego de que el Ministerio Público de la Acusación lo señalara como el responsable de sustraer ópticas, focos y espejos retrovisores de un patrullero resguardado en un depósito judicial perteneciente a la Unidad Regional V de Policía, ubicado en Bella Italia, en un hecho ocurrido en 2022.
En lo que fue el cierre de una agenda de tres días (comenzó el pasado jueves 29 con los alegatos de apertura y la declaración de testigos y siguió este lunes 4 con los alegatos de clausura), el fallo de Fortunato fue seguido por el imputado a través de videoconferencia, mientras que en la sala se encontraban la fiscal Fabiana Bertero en representación del MPA y el Dr. Carlos Flores como abogado defensor.
La condena que recayó sobre Leiva fue un punto intermedio, entre los cuatro años de cárcel que pedía Bertero en la acusación (le endilgaba el delito de peculado) y la absolución propuesta por Flores.
Para la Fiscalía, el acusado sustrajo, “para provecho propio”, autopartes de un patrullero depositado en un predio ubicado en la zona rural de Bella Italia, la tarde del 20 de octubre de 2022. Con esa acción “afectó el normal desarrollo de la administración pública”.
La información que en ese entonces había publicado Rafaela Noticias y que fue reafirmado en el proceso, indicaba que Leiva, que por ese entonces cumplía funciones administrativas en la División Logística de la URV, fue interceptado por numerarios de la División Judiciales en la Terminal de ómnibus de la Ciudad de Santa Fe, a donde se había dirigido con los elementos malhabidos.
Sin embargo, el abogado defensor rechazó la pretensión fiscal de endilgarle la comisión de un delito a su pupilo, aduciendo que sólo se trató de una “cuestión extrapenal”. En esa línea argumentativa, Flores introdujo en sus fundamentos la situación de abandono en la que se encuentran los vehículos allí depositados. El haber hurtado esas ópticas, no afectó en nada la funcionalidad del móvil toda vez que se encontraba sin posibilidad de volver al servicio. Incluso hoy, a dos años del episodio, el vehículo sigue en el mismo lugar y en las mismas condiciones.
Otros alcances del fallo
Además de la condena de cumplimiento condicional, Leiva fue condenado a afrontar las costas del proceso, someterse al cuidado de la dirección del Patronato de Liberados, fijar residencia estable y abstenerse de usar estupefacientes o abusar de bebidas alcohólicas.
