Una marcha marcada por el silencio, el dolor, la congoja y la conmoción de la que todavía no salen familiares y amigos de Jorge Molina, el joven de 23 años que el lunes 3 de marzo fue atropellado por una camioneta policial que iba en contramano en la esquina de Lavalle y 14 de julio, en un aparente operativo del cual no se informó nada oficialmente a casi una semana del hecho. Los presentes en la convocatoria, en su mayoría jóvenes, partieron de la Plaza 25 de mayo por Bv. Santa Fe con carteles en los que aparecía la foto de Jorge Molina e inscripciones solicitando que se esclarezca el hecho, y además que no haya otro caso igual. El silencio marcó los pasos hasta llegar a la Jefatura, donde resonaron los aplausos incesantes, quedando plasmado el pedido de justicia en la puerta del edificio donde se dejaron carteles. Los allegados a la víctima creen que esto no fue un accidente vial más, sino que hay responsabilidades que se deben determinar penalmente.

La movilización fue encabezada por los padres del joven fallecido, quienes terminaron rodeados de abrazos al finalizar la convocatoria. Su mamá solo pidió que se haga Justicia y ante la pregunta de este medio confirmó que por el momento nadie de la Fiscalía Regional la llamó para informarle cómo está la causa.

Antes de la desconcentración hubo tiempo para una plegaria al cielo, un mensaje de fe y un pedido de fortaleza para los familiares. Jorge Molina asistía en Humberto a una iglesia evangélica en la semana, localidad donde además tenía su peluquería. Los fines de semana se quedaba en Rafaela, donde también iba a una iglesia en la que estaba en el grupo de alabanza. Según pudo conocer este medio, a la misma hora en que la movilización se realizaba en Rafaela, había otra en Humberto, bajo la misma premisa: "Justicia por Jorge".