El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó a cuatro personas por integrar una banda que regenteaba un “búnker” en el noroeste de Rafaela, siendo este, uno de las primeras modalidades de comercialización de estupefacientes que se había detectado en la ciudad en el último tiempo.
El fallo al que accedió Rafaela Noticias está fechado el pasado 18 de agosto, lleva la firma del Juez de Cámara Luciano Lauría y marca el fin de un proceso que se inició a mediados de septiembre del 2021.
Lucas Rodolfo Godoy (21), Matías Nicolás Villarruel (25), Dalma Joana Quiroga (20) y Myrian Soledad Martínez (44), fueron sentenciados a penas de entre dos y cuatro años de cárcel, por encontrarlos culpables del delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.
El origen
La causa en su contra fue impulsada por el Fiscal Federal de Rafaela, Gustavo Onel, quien inició una serie de pesquisas a partir de un informante, que daba cuenta de la existencia de una vivienda en barrio Luis Fasoli, que era utilizada exclusivamente para la venta de drogas.
Las tareas de campo desplegadas por la División de Análisis y Prospectiva del Narcotráfico de la Policía Federal Argentina, así como otras similares realizadas por la Agencia de Investigación Criminal, identificaron a Godoy, Villarruel, Quiroga y Martínez como engranajes de una cadena de comercialización de estupefacientes.
La caída
En la madrugada del 29 de enero de 2022, se lleva adelante un procedimiento denominado “de corte” donde se logra secuestrar cocaína y marihuana en poder de distintas personas, quienes habían adquirido las sustancias en los lugares regenteados por el grupo criminal.
El resultado positivo de ese procedimiento activó de inmediato, una serie de allanamientos en simultáneo, que se llevaron a cabo en barrios 2 de abril (Paul Harris al 1600; Luis Fasoli (Oroño al 600); Italia (Bollinger al 600) y Barranquitas (Champagnat al 500).
Allí, se detuvo a los cuatro sospechosos, así como también, el secuestro de droga fraccionada, celulares, dinero en efectivo y balanzas digitales.
Un hallazgo caracterizado como “una novedad” por la Justicia
El domicilio de calle Oroño, según habían consignado los investigadores a Rafaela Noticias, era una vivienda exclusivamente utilizado como “búnker”.
El lugar, era atendido (al momento de la irrupción de la Policía), por Quiroga y Villarruel y se encontraba en un estado de semiabandono, sin amueblar y con los ocupantes sentados en el suelo esperando a los compradores.
Incluso, había un mecanismo de “recaudación”, a través del cual, los implicados en la causa recogían en distintos momentos de la jornada, las ganancias obtenidas en ese lapso de tiempo.
Si bien los detalles más finos permanecen ocultos, Rafaela Noticias había consultado a fuentes vinculadas a la investigación que desentramó esta operatorio, quienes confirmaron que se trata de una “novedad” el hallazgo de un búnker en la ciudad, dado que rompería la forma “tradicional” de comercialización. “Es algo nuevo de momento” habían aseverado.
La preocupación que había movilizado a la opinión pública en ese entonces era la violencia que traen aparejado la instalación de estos “puestos”, tal como ocurre, por ejemplos, en las barriadas populares de otros puntos del país y vinculada a la disputa por el territorio entre bandas narcocriminales. Algo en lo cual, Rafaela todavía no ha caído, pese a algunos casos que mostrarían lo contrario.
