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Judiciales

En medio del clima electoral, se coló la discusión sobre uno de los principales problemas sociales: el consumo de drogas

Un joven de 19 años con problemas de adicciones compareció en los Tribunales de Rafaela este domingo acusado de golpear y amenazar a su padre. Para la Justicia, es un tema que no está en la agenda de la política.
Agrandar imagen La audiencia fue presidida por la Dra. Cristina Fortunato.
La audiencia fue presidida por la Dra. Cristina Fortunato.

Este domingo 19 de noviembre, en pleno clima electoral por estar desarrollándose en todo el país el balotaje 2023, hubo actividad en los Tribunales de Rafaela. Allí las autoridades judiciales presentes se mostraron preocupadas por una situación que atraviesa la ciudad y la región en materia de consumo de drogas, un tema que "no está en la agenda de la política", relataron a RAFAELA NOTICIAS los presentes. Todo esto en una charla informal, pero no por eso menos importante, en la sala de audiencias donde minutos más tarde se iba a tratar un caso testigo sobre las consecuencias de los consumos problemáticos.

Iván Ariel B. tiene 19 años, vive en Sunchales y viene con problemas de adicción desde hace tiempo. La Fiscal Dra. Flavia Burella lo acusó este domingo de "Lesiones leves dolosas calificadas por el vínculo y amenazas" hacia su propio padre, un hombre de 65 años. A quien el 15 de noviembre le apretó el cuello desde atrás dejándolo casi sin aire y luego lo amenazó con dejarlo "en un charco de sangre" al día siguiente. También el joven protagonizó hechos de robo hacia su progenitor e incluso produjo roturas en la vivienda, según relató la fiscal.

El problema de fondo de toda esta situación es el consumo de estupefacientes, algo que reconoció el imputado frente a la Jueza Dra. Cristina Fortunato que presidió la audiencia y a su abogada defensora pública la Dra. Amalia Cassina. Todos coincidieron que la solución a esto no es la cárcel, sino que el acusado pueda retomar un tratamiento que el algún momento dejó. Más allá de esto, la causa penal seguirá y el joven deberá atenerse a las consecuencias legales que prevé la ley, y mientras tanto no podrá acercarse a menos de 300 metros a la casa de sus padres, ni podrá tener contacto con ellos mientras dure el proceso judicial. Una prohibición que ya tenía y que vencía el 20 de noviembre, pero que no cumplió. En la audiencia, el acusado mostró su voluntad de recuperarse; habrá que ver si quiere, si puede, si lo ayudan.

 

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