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Judiciales

Dictaron la prisión preventiva del homicida de Cristian Benítez

También quedó preso por encubrimiento uno de los imputados en el caso. El tercer implicado fue liberado con medidas alternativas, luego de confesar el lugar donde estaba el cuchillo.
Agrandar imagen Los imputados llegando a Tribunales
Los imputados llegando a Tribunales

"Pido perdón a la familia de la víctima. También pido perdón a mi familia. No era yo en ese momento. Perdón. No me sale decir otra cosa". Lacónico, con palabras entrecortadas, Brian I. se expresó en la mañana de este jueves en la audiencia de medidas cautelares en la que el juez Javier Bottero le dictó prisión preventiva sin plazos, lo que significa que permanecerá preso mientras avanza la investigación por el crimen de Cristian Benítez, asesinado de una puñalada en el corazón en la madrugada del domingo, en las afueras del boliche La Bamba.

"Quiero justicia "

En la barra del público de la estrecha Sala de Audiencias 2 del edificio de Tribunales lo escuchaban Raúl Ernesto Benítez y María Cristina Mendoza, los padres del infortunado Cristian. Ellos también hablaron. Quebrado por el dolor -en algún momento del relato de los hechos por parte de la fiscal Gabriela Lema hundió su rostro entre sus manos, conmovido por un detalle narrado por la fiscal- Raúl también fue breve. "Quiero justicia. Justicia para mi hijo, que era un muchacho inteligente, que trabajaba conmigo en la carpintería, porque yo soy carpintero y él me ayudaba. Quiero justicia para él, para mi esposa, para la familia", insistió. Y lo mismo repitió su esposa: "quiero justicia".

El imputado que habló

La audiencia se prolongó durante una hora y media. Y hubo novedades. Porque en la tarde del miércoles, Hugo I., hermano de Brian y quien junto a Brian R. participaron de la disputa que terminó con la muerte de Benítez, pidió declarar y aportó un dato clave. Dijo que cuando iba en auto regresando a Bella Italia y ya habían dejado al homicida en el Villa Podio, Brian R. descartó el cuchillo utilizado para matar a Cristian en una boca de tormenta de Aguado y Mosconi. La AIC fue hasta el lugar y efectivamente, allí estaba un cuchillo de 30 cms. de hoja y un mango negro. A cambio del dato, la fiscal Lema aceptó la propuesta del defensor José Silvela -quien asiste técnicamente a Brian I. y a Hugo I.- en el sentido de eliminar la figura de encubrimiento agravado que pesaba sobre Hugo, y admitió la aplicación de medidas alternativas, con un régimen de libertad vigilada para el imputado, que fue aceptado por el juez Bottero.

El magistrado también resolvió aceptar la postura de la Fiscalía en el sentido de mantener detenido sin plazos a Brian R., que es vecino de Hugo I. en la calle Córdoba, en Bella Italia.

Alcohólico y adicto, pero certero y letal

Para entender la dinámica del caso, corresponde mencionar que la pelea se inició entre Brian R. y L. P, ambos residentes en Bella Italia. Al parecer, las diferencias venían desde hacía varios meses, por la relación de ambos con una misma mujer. Ante la pelea en el interior del boliche, LP, junto a otro amigo y a Cristian Benítez -quienes habían llegado a La Bamba a las 3 de la mañana- fueron retirados por policías que cumplían servicio adicional en el interior del local. Todos los testigos coinciden en que Cristian salió del boliche sólo porque estaba con sus dos amigos, ya que era sustancialmente ajeno a la discusión. Quince minutos después fueron retirados los otros tres, que serían imputados: Brian I., homicida; su hermano Hugo I. y Brian R. Lo que ocurrió afuera también fue reconstruido por Lema: Hugo I. conducía un Fiat Siena que paró en Sarmiento y Alvear. Según la imputación, fue Hugo el que la emprendió con un palo contra la moto de Benítez, que quiso defender la integridad de su vehículo. En esas circunstancias intervino Brian I.ya armado con el cuchillo.

Consumado el crimen, los tres se fueron del lugar en auto. Dejaron a Brian I. en Villa Podio, y los otros dos regresaron a Bella Italia, pero en el camino Brian R. -que no había participado de la reyerta final- tiró el cuchillo a la boca de tormenta. El juez atendió el argumento de la fiscalía y desoyó a la defensa técnica, ejercida por la doctora Georgina Alassia, en el sentido de que Brian R. debió saber que si ese cuchillo no había servido para matar a alguien, por lo menos era un arma que había dejado a Benitez gravemente herido. Y que su intención fue ocultar una prueba clave para un caso de homicidio. A esta altura de la investigación, suficiente para considerar que esa conducta puede ser considerada como un encubrimiento agravado por el delito precedente, que tiene una pena de entre uno y seis años de prisión.

El abogado Silvela argumentó que Brian I., por su parte, no era plenamente consciente de sus actos, porque estaba completamente borracho y es adicto a la cocaína. Como el homicida se entregó a la tarde, varias horas después del hecho, no se dio por acreditado ni una cosa ni la otra. Y Bottero advirtió que tampoco esos datos alcanzan para considerarlo inimputable -una especulación que se había abierto tras el alegato de la defensa-, por lo que quedó firme la prisión preventiva. Más aún: Lema reforzó sus argumentos describiendo la maniobra homicida como "certera", agregando que no sólo la puñalada fue directo al corazón, sino que cuando el cuchillo estaba clavado el homicida giró el mango, para hacer más letal la herida, según lo reveló la autopsia. Ese detalle angustió, durante la audiencia, a los padres de Benítez.

Finalmente, cabe destacar que la familia de Cristian se presentó como querellante. De hecho, su padre declaró que a partir de ahora sus intereses serán representados, en la causa, por el Dr. Hernán Domenella, quien estuvo presente en la audiencia.

 

Crimen de Benítez Javier Bottero Gabriela Lema

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