El barrio Zaspe no es un lugar amigable en materia de seguridad. A las 21.30 de este lunes 4 de marzo no había gente en la zona. Calles de ripio, penumbras, por no decir oscuridad total en algunos sectores, dado que la zona tiene su cableado "arrasado" por quienes buscan hacerse de unos pesos con los metales que obtienen de la reducción de esos elementos.
A esa hora la moto Honda Wave de color blanco llegó a un domicilio de Francia al 2.500. Dicen que es un territorio donde se puede conseguir droga con cierta facilidad. Tomás Lazcano, alias Tomajugo, 19 años, señalado como brazo ejecutor de Evelio "Yiyo" Ramallo en por lo menos 4 casos de homicidios consumados o tentados, cometidos en su época de menor, iba en la moto, que presumiblemente manejaba un tal Fabián Ezequiel Rojas, de 22 años.
En la casa estaba el objetivo. Agustina O. tiene 19 años, igual que Tomajugo. Se deben conocer desde la niñez. O por lo menos desde hace tiempo de caminar por senderos turbulentos, pese a sus jóvenes 19. Quizás hasta con algún cariño conservado en un rincón del corazón. Insuficiente, claro, porque "negocios son negocios". Y la cabeza de Agustina tenía precio: Tomajugo llegó para cobrárselo.
Lo del cariño no es una especulación: mientras en manos del sicario aparecía un calibre 38, la frase que pronunció el gatillero revela hasta dónde llegan los "negocios" en el oscuro submundo del narco. "Perdoná, te quiero mucho. Pero sabés como es esto", le dijo Tomajugo a Agustina, que pudo haber sido, y quizás lo fue, su amiga. 19 años, como él. "Te quiero mucho". Y le disparó seis tiros. A bocajarro.
Agustina sobrevivió al ataque, pero sigue internada en el Hospital Jaime Ferré. Los detalles del caso fueron revelados en la tarde de este viernes, en una audiencia imputativa que se realizó vía zoom. Participaron el fiscal del caso, Juan Manuel Puig; el juez Nicolás Stegmagyer; los propios imputados y su abogado defensor del sistema público, Aníbal Caula. Todos estaban en lugares distintos: Caula en San Cristóbal; Stegmayer y Puig en sus oficinas de Rafaela; los imputados en la Alcaidía de la Regional I, en la capital provincial, donde fueron trasladados en las últimas horas porque la Alcaidía de Rafaela está "estallada" en su capacidad. Este sábado a las 11 se realizará la audiencia de medidas cautelares y ambos quedarán presos, prácticamente con seguridad, dadas las evidencias acumuladas y la calificación legal de los delitos que se le atribuyen, principalmente la tentativa de homicidio.
Con el caño del '38 de por medio, el cariño de Tomajugo por Agustina pasó a segundo plano. Los "negocios" del narco todo lo pueden, incluso que un pibe de 19 que ya carga en el lomo con muertes violentas -el asesinato de un hombre en Morteros, por el cual fue inculpado por la justicia cordobesa; los casi asesinatos de un par de rafaelinos a los que mandó a terapia intensiva en ataques similares al que le propinó a Agustina- e inexplicablemente continuaba libre, le pida perdón en nombre de esos malditos negocios a la piba de 19 que supuestamente le falló al patrón del sobrenombre corto y por eso quedó sentenciada a estar del otro lado de la boca oscura del cañón de un revólver, con un amigo que antes de intentar matarla esperó su amable comprensión, porque "sabés como es esto".
Rafaela. Marzo 2024. Realidad, no ficción.
