Este viernes se llevó a cabo una nueva audiencia en el marco del juicio oral y público en el que se encuentran imputados 10 jóvenes acusados de abuso a una menor de edad, en la localidad de Pilar. En la cuarta jornada, nuevamente se habló de las dificultades de entendimiento por parte de uno de los acusados, tal lo había planteado la defensa en la primera audiencia.

En este marco del proceso, se dio a conocer la intervención de un dispositivo de salud mental que evaluó a uno de los acusados. Este dispositivo opera en virtud de la Ley Provincial de Salud Mental, y trabaja en conjunto, con el sistema judicial, para evaluar a individuos con posibles problemas de salud mental, involucrados en procedimientos legales. El dispositivo, conformado por psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales y abogados, se encarga de realizar evaluaciones a pedido de los tribunales en casos donde se sospecha que la persona involucrada podría tener una problemática de salud mental.

En este caso particular, la intervención se centró en uno de los imputados por el presunto abuso sexual en grupo, en contra de una menor. Según la información proporcionada por la Psicóloga, el acusado fue evaluado en dos ocasiones, una el año pasado y otra este año. En la primera evaluación, se observó un alto nivel de angustia relacionado con su privación de libertad y su alejamiento de la familia.

En ese momento, se sugirió la necesidad de una intervención psicológica y se emitió un informe preliminar en el que se señalaba un riesgo de deterioro en su salud mental. En la segunda evaluación, realizada este año, se observaron cambios favorables en la condición del acusado, con una disminución en su nivel de angustia. Sin embargo, se destacó que era una persona altamente dependiente de la relación familiar y que tenía dificultades en la adquisición de conocimientos, lo que llevó al diagnóstico presuntivo de una discapacidad intelectual leve.

En cuanto a la capacidad para enfrentar un proceso penal, el dispositivo de salud mental indicó que, si bien se presumía su capacidad con el apoyo adecuado, es necesario proporcionarle apoyos específicos, como asistencia educativa y apoyo psicoterapéutico, para que pudiera participar de manera efectiva en el proceso. Sumado a esto, los demás fueron testigos de concepto presentados por la defensa, quien además incorporó una nueva prueba. Se trata de una captura de un chat, entre el acusado que en el momento del hecho era menor, y la víctima.

En la misma la joven le expresa textual: “Hola te quiero pedir que no digas nada, porque no hay necesidad. Porque por tu culpa, o de cualquiera que hable pueden ir todos presos y lo saben”. La defensa además manifestó que el menor denunció en su momento a la jovencita por amenazas y abuso sexual, pero desde Fiscalía manifestaron que el Juzgado de Menores desestimó dicha denuncia. El próximo lunes continuarán las audiencias de testigos, las cuales van llegando a su fin, y se acerca el momento de la sentencia.