Alejandro Martín Romero, de 22 años, fue condenado por asestar alrededor de 20 puñaladas a Osmar Cazorla, en un conflicto que involucraba a la hija menor de edad de la víctima. La fiscal Florencia Schiappa Pietra descarta la hipótesis de femicidio vinculado en el caso.

En Venado Tuerto, la justicia sentenció a Alejandro Martín Romero a 17 años de prisión, tras ser hallado culpable de asesinar a Osmar Cazorla en 2020. La condena fue emitida por un tribunal compuesto por el juez Leandro Martín y las juezas Silvina Marinucci y Lorena Garini, optando por un juicio de procedimientos abreviados.

La investigación dirigida por la fiscal Florencia Schiappa Pietra reveló un escenario de tensiones. Romero, novio de la hija menor de edad de Cazorla, apuñaló a la víctima alrededor de 20 veces, provocando su muerte en el lugar. El motivo detrás de este acto violento se deduce de testimonios y pericias telefónicas: Cazorla no aprobaba la relación sentimental entre Romero y su hija.

La fiscal Schiappa Pietra informó sobre la serie de evidencias que consolidaron la hipótesis del Ministerio Público de la Acusación (MPA): pruebas de ADN en prendas y en la escena del crimen, registros de cámaras de seguridad, peritajes telefónicos, entre otras. Estas pruebas confirmaron que el homicidio fue presenciado por la hija de Cazorla, quien, según declaraciones y registros telefónicos, sabía lo que sucedería y hasta había expresado deseos de perjudicar a su padre.

A pesar de la brutalidad del crimen, Schiappa Pietra descartó que se tratase de un femicidio vinculado, aclarando que Romero no asesinó a Cazorla para causarle sufrimiento a la hija de la víctima.

En cuanto al castigo, aunque la pena es de cumplimiento efectivo, Romero, que padece una enfermedad grave, cumplirá la condena en su domicilio hasta mejorar su salud. La fiscal confirmó que, una vez que su salud se estabilice, Romero será trasladado a una dependencia del servicio penitenciario provincial.