En la noche de este jueves, Omar Peirone presentó su libro “Historia de un Ferroviario” en el Centro Recreativo Metropolitano La Estación ante funcionarios municipales, concejales y público en general.
En la presentación del acto, describieron que el libro no tiene fines de lucro y que fue pensado como material de consulta y como tal, será entregado a todas las escuelas primarias y secundarias de la región de manera gratuita, como así también a las bibliotecas de la ciudad de Rafaela. “Esto tiene que ver con un material que seguramente va a ser de suma utilidad para todos nuestros chicos. Los relatos históricos ocupan un lugar muy especial en cada uno de nosotros”, comentó el presentador.
Nada más ni nada menos, fue el nieto de Omar quien dio pie a la entrevista de esta manera:
“En el caso del libro de mi abuelo, las narrativas nos transportan a épocas pasadas. Sumergiéndonos en eventos y personajes que han dejado una huella indeleble en la historia de Rafaela. Este tipo de obra debe actuar como disparador para todas aquellas personas que se encuentren interesadas en dejar testimonios debidos. No nos olvidemos que para reconstruir la historia no solamente se utilizan los documentos escritos. Estos relatos de la vida cotidiana significan un nuevo aporte que nos acercan a las vivencias, usos y costumbres de un periodo determinado. La historia de la vida de mi abuelo que hoy nos convoca y está plasmada en este libro ayuda a resumir los hechos más salientes de la existencia de una persona que ejerció con mucha vocación el ejercicio del empleo de ferroviario por 33 años durante las décadas de 1960, 70, 80 y parte del 90”.
Seguidamente, Peirone contó cómo empezó el camino que desembocaría en su libro: “Una vez que cortaste el césped, que regaste las plantas, que limpiaste la vereda y leíste los diarios, ¿Qué haces después?”, se preguntó.
Respondiéndose, explicó que mientras tomaba mates, pensaba sus vivencias en el ferrocarril, cómo se originaban las cosas, “y yo dije, pucha, en vez de pensarlo, me gustaría colocarlo en la computadora, escribirlo”. Sin embargo, aclaró que no era para un libro, sino para que sus hijas, sus nietos, sepan lo que hacía el abuelo.
Pero eso un día cambió. Llegó una estudiante porque debía realizar un trabajo para la escuela que titulaba más o menos de esta manera: “Incidencia de los ferrocarriles en el crecimiento del barrio Sarmiento”.
Segundos antes de irse, la joven le manifestó que “en ningún lado del internet he encontrado lo que usted me solucionó, estoy buscándolo hace rato y no lo he encontrado”. Es ahí que Omar dijo: “’Pucha, yo todo lo que estuve hablando con respecto al libro que estaba comentando no lo he inventado, lo tengo yo escrito en la computadora. Y si esta chica me está diciendo que no tiene’, ahí fue cuando me hizo el clic, y si esta chica no lo pudo encontrar en internet, ¿por qué yo no puedo escribir lo que he vivido (…) por qué no lo puedo hacer?”.
Felizmente se concretó, “es un trabajo que es de tres etapas, la primera es de 33 años como empleado ferroviario, la segunda es los vagones que había, los trenes de pasajeros que circulaban, las infraestructuras, las mercaderías, y en el tercer lugar las anécdotas que recuerdo de 33 años”, detalló.
Concluyendo el encuentro, demostró al público la utilización del telégrafo en aquella época, mirá:
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