Lote de soja perdido en el sur de Entre Ríos. Imagen compartida por Luis Benedetti

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) analizó el impacto económico de la sequía que afectó a la producción agropecuaria santafesina.

Y a diferencia de la gran mayoría de los informes sobre el tema, que miden las caídas en términos macroeconómicos, la entidad buscó un enfoque más cercano a la realidad de la población que no está vinculada de manera directa con el sector.

“Considerando el factor multiplicador del agro, el quebranto se traduce en una pérdida de U$S 5.100 millones para el Producto Bruto Geográfico provincial”, destacaron.

Pero en esta ocasión, no midieron su impacto con puntos del PBI o la caída que significa para el Gobierno en ingresos por derechos de exportación.

“Traducido en vehículos cero kilómetro, el costo de la sequía para Santa Fe equivale a 211.000 vehículos que no se comprarán debido a la menor circulación de dinero provocada por la sequía”, calcularon.

El valor de referencia del automóvil es el que exhibe la Guía Oficial de Precios de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), para el modelo más vendido en marzo de 2023, que es el Fiat Cronos.

EL COSTO PARA LOS PRODUCTORES:

Más allá de este enfoque, la bolsa rosarina también hizo números con los productores santafesinos: “El impacto para el productor se traduce en menos viajes y pagos de fletes, mayor costo para la producción de leche, pérdidas ganaderas, menor inversión en maquinaria y construcción y menor actividad comercial en el puerto”

En soja, trigo y maíz, la entidad calculó que en Santa Fe, de las 22,6 millones de toneladas que los productores esperaban levantar al inicio de la siembra, apenas cosecharán 7,7 millones.

El buen escenario de precios internacionales de los granos poco pudo hacer frente a este fuerte recorte en el volumen producido.

“De una valuación de casi u$s 7.000 millones que tenía la producción proyectada al momento de la siembra, hoy se espera que los granos santafesinos se cosechen a un valor total de US$ 2.800 millones, perdiendo por tanto el 60%”, advirtieron.

Para calcular ese monto, la bolsa rosarina consideró tres variables:

Los márgenes que se perdieron en la superficie que no ha podido sembrarse por falta de humedadLas erogaciones en labores de siembra que se perdieron completamente por el fracaso total de la producciónLa pérdida de ingresos por el menor rinde obtenido respecto a lo que se había proyectado al momento de la siembra en aquellos lotes que sí se cosecharon